martes, 4 de noviembre de 2008

TEATRO INESTABLE

Entrevista de Javier M. Tarín.
Jacobo Pallarés/ Maribel Bayona

¿Cómo surge el proyecto y la necesidad de ponerlo en marcha? ¿Quiénes sois?

Espacio Inestable lo formamos un colectivo de personas cuyo germen nació en la Facultad de Filología y el teatro universitario y que con el tiempo, nos hemos ido especializando en diferentes facetas del hecho teatral. Es decir, somos autores, directores, actores o escenógrafos.
Aunque como grupo teatral ya llevábamos una larga andadura en el teatro universitario, la sala la abrimos en el 2003 y contamos con cuatro temporadas programando y produciendo espectáculos.
Nuestra primera motivación fue seguir teniendo la posibilidad de investigar y crear nuestros espectáculos una vez nos desligamos de la universidad. Por otra parte, nos pareció importante compartir ese espacio con otras personas que tuvieran proyectos que ofrecer y mostrar, y de ahí surgió la necesidad de establecernos como sala de exhibición y centro de creación.

¿Cómo os financiáis?

El proyecto comenzó a partir de una iniciativa privada, lo autofinanciamos los propios miembros del colectivo. Con el tiempo, el mismo proyecto va generando sus propios beneficios, que si bien no cubren la totalidad de sus necesidades, al menos ayudan. También recibimos subvenciones de las instituciones públicas que poco a poco han ido reconociendo nuestra labor y posibilitando un crecimiento equilibrado.

¿De qué forma se crea la programación del espacio?

En un primer momento nos planteamos el objetivo de cubrir un espacio del que, debido a nuestra experiencia, sabíamos que ninguna de las salas del panorama teatral valenciano se ocupaba. Así que dimos entrada a compañías jóvenes, recién creadas, pero con mucho que decir e investigar, que debido a los medios y a las posibilidades se movían entre el amateurismo y la profesionalidad. Algunas de esas compañías han ido creciendo junto al proyecto y actualmente ya pertenecen al panorama profesional. Nos parecía importante cubrir ese hueco, porque ese hueco es germen y porque creemos que hay que dar opciones a la cantera, a la gente joven, a proyectos nuevos para que el teatro valenciano crezca y se renueve.
Actualmente, hemos crecido como colectivo y como proyecto. Esto nos posibilita la opción de contar con compañías profesionales, aunque siempre hay un espacio para las compañías jóvenes. Respecto a las compañías profesionales que nos interesan, creemos en los lenguajes contemporáneos, de investigación y riesgo.

¿Por qué crees que han surgido varias salas en la ciudad de este tipo?¿Es posible la creación de una red de teatros independientes?

En Valencia los teatros independientes nacen por necesidad y como posicionamiento. Por un lado, abogan por un tipo de discurso tanto en lo artístico como en lo discursivo diferente del oficial y el comercial. Por otro lado y atendiendo a la política teatral valenciana, que es privada y exclusivista, es decir, trabajan pocos y siempre los mismos, nacen como necesidad de decir, hacer y exhibir con o sin la ayuda oficial. Los teatros independientes deben existir ya que crean riqueza y alternativas.
La red de teatros independientes ya existe. Existe a nivel nacional, donde están asociadas muchas salas de teatros alternativos que se intercambian proyectos y creaciones. Y existe también en la Comunidad Valenciana lo que se llama FETI (federación de espacios teatrales independientes), a la que Espacio Inestable pertenece junto a Carme Teatre, Catarastroteatro, Teatro Círculo, Columna rota. Nosotros entramos en el 2006 pero la FETI existe desde hace bastantes años. La FETI intenta aglutinar las salas privadas alternativas y luchar para conseguir un objetivo muy concreto: un lugar de reconocimiento en el panorama teatral valenciano.

¿Es el teatro un discurso válido de cambio social frente al discurso dominante del cine y la televisión?

Si se busca un cambio social es válido tanto el cine, como la televisión, como el teatro. Más fuerza tendrá la tele que el cine y el cine más que el teatro. Esto es obvio. A la televisión accede todo el mundo de forma gratuita. Llega a más gente. Pero la gente que ve la tele no espera que su primera función sea la de iniciar cambios, revoluciones (por lo menos en esta época que vivimos). Los objetivos prioritarios de la mayor parte del cine que se exhibe son el entretenimiento. En el teatro, también, cada vez hay más productos de entretenimiento, o al menos lo que llega a la mayoría de público es entretenimiento, (yo me imagino a ese gran público como a una persona enorme que ocupa dos butacas y media). En este sentido el teatro no tiene nada que hacer. Y mejor. Yo prefiero para entretenerme leer una novela, una obra de teatro, una película. El teatro fue más, es más, tiene que ser más. Otra cosa. Tiene que ser una jarra de agua fría para la conciencia, un revés a la normalidad, un desagrado al poder, un redescubrimiento de viejas y sorprendentes pasiones, ideales, cantos, luchas, revoluciones. El teatro es cercanía, es vida, es instantaneidad, es olor, es ruido, es silencio, es complicidad, es intimidad, es perplejidad, es ingenuidad, es despertar, es redescubrimiento, es verdad, es magia, es recuerdo, es conciencia, es lucha, es paz, es viaje, es posicionamiento. Sobre todo es posicionamiento y exclusivamente posicionamiento: artístico del creador y social del espectador. Hay una visión, un lugar crítico desde donde el espectador contempla y reflexiona críticamente. Busquen el sentido crítico comiendo palomitas, chicle, bebiendo coca-cola de litro, escuchando al vecino moverse, andar, hablar por el móvil; busquen esa visión crítica en teatros que no voy a nombrar, en los grandes musicales, en los grandes espectáculos y en muchos medianos, pequeños…El teatro es todos los atributos señalados y que se dan a la vez.

¿Existe un público de teatro independiente o hay que crearlo?

Ni existe un público de teatro independiente, ni existe un público de teatro oficial. La realidad el que el teatro es deficitario y al público le cuesta mucho asistir. Hablo del público real, no de la profesión o colindantes porque eso es pura endogamia.
Hay que crear un público nuevo. El teatro debe reinventarse para ofrecer algo que atraiga a la gente

¿Cómo conseguir que la gente vaya al teatro? ¿Y al vuestro?

Creo que hay que ofrecer algo verdadero, o pensar el teatro como espacio de reflexión o espacio en el que disfrutar. No se puede competir con la televisión o el cine, si eres realista, pero quizá no se trata de competir sino de ofrecer algo distinto, quizá un espacio especial, algo que te haga sentir bien, como una exquisitez. A parte hay que ser críticos, ácidos, novedosos, viejos, insultantes, ruidoso, pero conscientes de lo que hay que ofrecer y lo que no. Creo que no hay que oponerse a la fuerza de la tele y el cine, sino que hay que ofrecer aquellos atributos que no pueden dar y que ya existían en el teatro. No inventamos nada (nihil novum sub sole) sino que seguimos trabajando sobre las mismas consignas escénicas que tuvo, tiene y tendrá el teatro que sobrevive a la tiranía, al poder, al ocio, al entretenimiento.

¿Se puede sobrevivir sin subvenciones del Estado? ¿Es preferible no tener esas ayudas para poder articular un verdadero discurso crítico?

Las ilusiones, el tiempo, el trabajo, las energías que son las que dan vida a los proyectos no las da el dinero. El dinero da algunas veces estabilidad, pero también su contrario: inestabilidad; da seguridad pero también objetivos que cumplir. Si tenemos lo primero (ilusiones…) sin dinero podríamos trabajar, crear, con otros objetivos y plazos, pero podríamos sobrevivir. Nosotros estamos subvencionados y andamos estabilizándonos e inestabilizándonos a partes iguales. Ahora mismo por el ritmo del proyecto necesitamos esas subvenciones estatales, por lo menos hasta asegurarnos un lugar en Valencia, en el sector teatral. Que ya llega, que ya llega.

Algunos de vosotros sois actores y actrices jóvenes ¿qué supone esa condición en Valencia? ¿Es inevitable emigrar a otros lugares para poder formarse y trabajar?

Lo bueno de esta ciudad es que es relativamente pequeña y si de verdad insistes, puedes trabajar profesionalmente y me aventuraría a decir que puedes vivir de esto (siendo polifacético, multidisciplinar, pluriempleado y muy despierto). Lo malo, es que si no te formas constantemente puedes acabar en una inercia nada favorable, una inercia similar de la que adolece el teatro valenciano.
Yo creo que puedes trabajar sin olvidar que la formación es continua, haciendo cursos dentro y fuera de la ciudad y nunca perdiendo el contacto de los movimientos y tendencias de las ciudades más punteras de Europa.

¿Cómo veis el futuro teatral de la ciudad?

Una ciudad que no trabaja la base, los cimientos, a la que le gusta construir grandes tejados es una ciudad sin futuro o con un futuro bastante complicado. Valencia es una ciudad con un sector teatral meramente preocupado por lo grande desde las instituciones y por lo individual y endogámico desde la profesión.
¿Dónde está el apoyo, la formación de los creadores, directores, dramaturgos? ¿Dónde están las escuelas para formarlos?¿Dónde su posible renovación, actualización? En otras ciudades, Murcia, Barcelona, Madrid, Bilbao, Santiago…
La Valencia que nos venden Rita y Camps no es mas que una ciudad llena de agujeros rellenada con farolas muy caras, circuitos de F1 y veleros miramenometoques con sus bolsos Luis Vuitton.

¿Y el vuestro?

El que nosotros queramos. Será bueno si nos lo proponemos; malo si no empujamos o no cambiamos lo que hay alrededor y no nos deja dormir. Empujando, trabajando podremos conseguir establecernos, ver las cosas desde otra posición y mantener la cordura. A ver qué pasa.